Las policías Judicial y Científica de Zaragoza investigan las causas de la muerte de un hombre de 25 años y su sobrino de casi tres, que se precipitaron juntos al vacío desde un octavo piso de un inmueble situado en el barrio del Actur, de la capital aragonesa.

Los fallecidos han sido identificados como el niño Eduardo G.C., de unos dos años, y su tío Andrés C.C., de 25, quien residía al parecer temporalmente en la vivienda de su hermana, con los dos hijos de ésta y su actual compañero.

El hombre fallecido es de origen colombiano, como su hermana, mientras que el niño era español fruto al parecer de la relación que actualmente mantenía la mujer con un ciudadano español, de profesión camionero. Los hechos ocurrieron en torno a las 11:00 horas de esta mañana, según informó la Policía Local, quien fue alertada por un vecino de que dos personas habían caído a la calle Ruiz Picasso, junto al inmueble número 7.

Ambos murieron en el acto, según dijeron los vecinos a Efe, tras caer al vacío por una ventana de su vivienda, un octavo piso del inmueble número 2 de la calle Vicente Aleixandre, que da a la vía Pablo Ruiz Picasso.

Fuentes policiales indicaron a los medios de comunicación que, cuando ocurrieron los hechos, la madre del niño estaba en la casa y que fue trasladada a un centro sanitario por una ambulancia para ser atendida de una fuerte crisis nerviosa.

El padre del niño, que también recibió asistencia sanitaria, conoció los hechos cuando volvía de hacer la compra a su casa y, según los vecinos, vio sobre la acera los cuerpos de su hijo y del hermano de su compañera.

Los agentes policiales indagan las circunstancias que han podido desencadenar este suceso, en el que se barajan distintas hipótesis. Los cuerpos sin vida fueron retirados, en presencia del juez, poco después de las 12:30 horas por miembros de la Hermandad de la Cofradía Sangre de Cristo, que los ha trasladado al Instituto Anatómico Forense de la ciudad.

El suceso ha provocado una profunda conmoción en este populoso barrio, donde los vecinos de esta familia coinciden en señalar que no tenían conocimiento de denuncias o episodios violentos ni de ningún otro tipo, y que eran "muy amables" y "muy majos", según dijo a Efe uno de ellos.

El niño fallecido, según indicaron los vecinos, se iba a incorporar este año al colegio Sagrado Corazón, próximo a su domicilio, mientras que el otro hijo de la mujer, de unos 10 años, ya ha comenzado el curso.

Los vecinos confirmaron que llevaban años viviendo en la casa, donde los agentes de la policía científica y judicial han centrado la investigación desde que llegaron al lugar de los hechos.