Tras el incidente ocurrido el pasado sábado en el que un niño de tres años cayó a la jaula del gorila Harambe, de una especia protegida, que tuvo que ser sacrificado para salvarle, la policía de Cincinnatti, en Estados Unidos, estudia presentar cargos criminales contra el zoológico.

"Se analizarán los posibles cargos criminales", ha asegurado el fiscal del condado de Hamilton, Joseph Deters, frente a la afirmación de los responsables del zoológico que aseguran que "no tuvieron más remedio que matar al gorila" y han defendido las medidas de seguridad del área en el que se encontraba el primate.

CRÍTICAS ANIMALISTAS

Varias asociaciones animalistas han acusado al zoológico de negligencia y han asegurado que no era necesario acabar con la vida del primate. La organización Detengan Ahora la Explotación Animal (SAEN, en sus siglas en inglés), una asociación de defensa de los derechos de los animales con sede en Cincinnatti, ha asegurado que ha presentado una demanda federal contra el zoológico ante el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. "Lo que pasó este fin de semana deja claro que las barreras del zoológico de Cincinnatti no son adecuadas para mantener a la gente fuera de los recintos", ha asegurado Michael Budkie, portavoz de SAEN.

Los padres del niño, que sufrió heridas leves, también se han enfrentado a duras críticas en las redes sociales por haber permitido que su hijo cayera en el recinto de Harambe, un gorila plateado de 17 años en peligro de extinción. El pasado lunes, el zoológico defendió su respuesta de matar al gorila y aseguró que los tranquilizantes no hubieran hecho efecto a tiempo para poder salvar al niño.