La policía húngara halló ayer en Monorierdö, al sureste de Budapest, el cadáver de un niño de dos años matado por un perro de los padres, quienes escondieron sus restos y denunciaron hace dos meses la desaparición del menor.

En agosto, la madre del niño, Dominik, había declarado ante la policía que su hijo había desaparecido cuando paseaban en la Isla Margarita de la capital, donde ella se desmayó, y al despertarse ya no le encontraba. Según informó la policía, el viernes pasado la madre reconoció ante las autoridades que ella y su marido habían enterrado al niño, después de que Dominik fuera matado por un perro de lucha en el patio de su casa.

MADDIE Los medios locales especulan con que los padres no habían calculado el eco que iba a tener el caso en la prensa por los paralelismos con la desaparición de la inglesa Madeleine, del que hay nuevos datos.

Ahora, la Policía Judicial portuguesa tiene en su poder desde hace unos días el ordenador personal que el padre de Madeleine utilizó durante su estancia en el Algarve y lo analizará, con previa autorización del juez, para detectar, entre otras cosas el flujo del correo electrónico, según informó ayer el diario Correio da Manha .