La Policía británica accedió ayer a entregar a Kate y Gerry McCann documentos sobre la desaparición de su hija Madeleine, después de que la pareja amenazara con formalizar una petición ante el Tribunal Superior de Londres.

La Policía de Leicestershire (centro de Inglaterra) facilitará a la pareja 81 piezas de información sobre el caso, que investigaban desde hacía casi 14 meses.

Esas 81 piezas, de un total de 11.000 que forman la pesquisa, se refieren a las llamadas de teléfono que recibieron los abogados de la pareja al principio de la investigación, y que fueron transferidas directamente a la Policía.

En las puertas del Tribunal Superior, el portavoz de la familia, Clarence Mitchell, saludó la iniciativa de la Policía, que evitará el proceso judicial.

"Esta información irá ahora a nuestros detectives privados, que trabajarán en ella de forma prioritaria", dijo Mitchell, quien resaltó que de esos datos pueden salir nuevas pistas.

Por su parte, el abogado de la Policía señaló que había que encontrar un equilibrio entre el deseo de la familia de obtener más información y el riesgo de poner en peligro la pesquisa en curso o incluso violar la ley portuguesa.

La jueza a cargo del caso hizo por su parte un llamamiento al responsable de la desaparición de la niña para que dé información sobre su paradero.

Según la prensa británica, Kate y Gerry McCann han contratado a un nuevo equipo de detectives privados para que examine las pruebas reunidas por la Policía portuguesa cuando se cierre la investigación del caso en ese país.