La explotación laboral de personas a las que se obliga a trabajar de sol a sol sin pago alguno no es monopolio de las mafias asiáticas. El Cuerpo Nacional de Policía ha liberado a 27 rumanos, entre ellos una menor, que se encontraban secuestrados por una banda de criminales también originarios de Rumanía. Los agentes han arrestado a los 19 miembros del grupo, 11 de ellos en Barcelona y los otros ocho en Valencia.

Las víctimas estaban retenidas en una finca hortofrutícola de la localidad valenciana de Faura. Allí, la banda les obligaba a trabajar desde las siete de la mañana y hasta las siete de la tarde en el campo y sin percibir un sueldo. Además, si no había trabajo en la finca, el grupo forzaba a esos trabajadores a pedir limosna en mercadillos de varios pueblos de Castellón.

Aunque la finca donde estaban retenidos los rumanos está en Valencia, los cabecillas de la red estaban instalados en Barcelona. El capo de la banda, Vasile Stoica, residía en la capital catalana, desde donde presuntamente organizaba el reclutamiento de las víctimas en Rumanía, a las que engañaba con la promesa de ofrecerle un buen trabajo en España.