En el argot policial se las denomina expulsiones cualificadas. Se trata de las deportaciones de extranjeros sin papeles a cuya expulsión se da prioridad por tratarse de delicuentes multirreincidentes. En los seis primeros meses de este año, el Cuerpo Nacional de Policía ha llevado a cabo 409 expulsiones cualificadas de multirreincidentes que operaban en la ciudad de Barcelona.

Es conjunto, estos 409 delincuentes acumulaban 2.950 delitos pendientes de juicio. De ellos, 1.464 eran robos, hurtos, atracos y robos en viviendas; 401 eran lesiones y agresiones; 179 eran delitos vinculados al tráfico de drogas mientras 122 eran acciones de violencia machista.

Por nacionalidades, más de la mitad de los expulsados, un total de 212, eran marroquís. Eso obedece, según fuentes policiales, "a la importante presencia demográfica de la comunidad marroquí y a que el Gobierno de Marruecos facilita mucho esas expulsiones". A mucha distancia le siguen los argelinos (38), los bolivianos (24), los brasileños (18), los ecautorianos (12) y los colombianos (9). El resto pertenecen a un amplia abanico de países.

Las expulsiones son procesos administrativos complejos pues requieren que los juzgados archiven las causas pendientes contra estos individuos (una persona con un proceso judicial abierto no puede en teoría abandonar el territorio español) y, lo que a veces es más complicado, que el país de origen reconozca como súbdito a ese delincuente y que acepte su devolución.

MAYORÍA POR DELITOS DE NARCOTRÁFICO

Estas cifras han sido hechas públicas esta mañana por el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado en que además se ha anunciado un incremento del 8% en los grupos de crimen organizado desarticulados en Barcelona. En total, se han finalizado 40 investigaciones que han permitido desarticular 30 bandas criminales y detener a 354 personas. Una de cada cuatro de esas bandas se dedicaba al narcotráfico mientras que el 16% de esas redes estaba vinculada al proxenetismo, un 13% a la inmigración clandestina y otro 13% a delitos contra la propiedad intelectual. Como resultado de esas investigaciones, la Policía Nacional se ha incautado en la capital catalana de 1.500 kilos de cocaína y de 1.000 kilos de hachís.