Queda mucho. Exactamente, 80 días. Pero la policía ya está diseñando al milímetro el plan de seguridad para que nada falle el 22 de mayo. De momento, casi mil policías nacionales de todas las autonomías han aterrizado en la capital para echar una mano y peinar casa por casa en el centro. Y eso no es nada. Un mes antes de la boda llegarán otros 9.000. Está claro. El enlace entre Felipe de Borbón y Letizia Ortiz tiene prioridad absoluta.

El dispositivo está al mando del secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa. La máxima preocupación de del Interior está en el recorrido de los novios por el centro de la ciudad una vez convertidos en marido y mujer. La policía maneja ahora mismo cuatro recorridos alternativos, pero el que se lleve a cabo se decidirá el mismo día de la boda.

Los casi mil agentes que han aterrizado en Madrid van piso por piso reclamando el número de vecinos de cada casa, así como los DNI. La zona, además, está plagada de hoteles en los que también se controlará a los huéspedes. Las fuerzas de seguridad prestan una especial atención a azoteas y alcantarillas.

MACPHERSON, VETADA En su faceta como diseñadora de lencería, Elle MacPherson ha entrado en el club de creadores malditos. Una imagen de la última campaña de MacPherson, que aparecía en la revista Vogue , fue prohibida ayer en el Reino Unido, ante las quejas de que la modelo parece que "se masturbe".

REVANCHA LITERARIA El excolaborador de Camilo José Cela Gaspar Sánchez Salas presentó ayer Cela: mi derecho a contar la verdad (Belacqua), una revisión de un primer libro sobre el escritor en el que Marina Castaño, su viuda, no sale muy bien parada. Se la describe como una intrigante, "eterna aspirante a marquesa" o "pesetera".