La policía local rescató la madrugada de ayer en Gijón a una niña de cinco años y a un bebé de quince meses que estaban prácticamente abandonados en su casa, rodeados de basura y de excrementos de animales, y ha detenido a la madre, de 23 años, cuando se acercaba al domicilio.

El jefe de turno de la policía local, José Antonio Serna, explicó en rueda de prensa ayer que en torno a un cuarto de hora antes de la medianoche la central recibió una llamada alertando de los lloros de los menores, que llamaban a su madre.

Los agentes se personaron en el lugar de los hechos, situado en el número 33 de la calle de Dolores Ibarruri, de Gijón, y al comprobar que la puerta estaba cerrada y que nadie abría, avisaron a los bomberos y accedieron por la ventana, por la que posteriormente evacuaron a los pequeños.

Tras pasar por el hospital de Cabueñes de Gijón, el más pequeño fue ingresado en el Centro Materno Infantil de Oviedo, mientras que la niña fue llevada al centro de menores Madre Isabel Larrañaga.

La madre de los niños fue detenida dos horas después de la intervención, cuando volvía a su casa, y en el momento del arresto aseguró a los agentes que había salido a la farmacia porque "se encontraba mal". Según Serna, no presentaba síntomas visibles de consumo de drogas o alcohol.

Los vecinos aseguraron a la policía que la situación de abandono se repite desde hace un mes, cuando la madre se mudó a la vivienda. De hecho, el jueves agentes habían ido a la vivienda por una alerta similar, aunque cuando llegaron la mujer ya había vuelto y argumentó que había salido a un recado, aún así, la policía dio parte a los Servicios Sociales, la Fiscalía y al Instituto de Atención a la Infancia.

Serna comentó que cuando los agentes accedieron a la casa el espectáculo era "absolutamente deplorable": Estaba llena de basura, con excrementos de animales, había cristales rotos, cables de enchufes al aire, botellas, ropa por el suelo, entre otros.