La Policía ha restringido el acceso a la Puerta del Sol ante la presencia de aproximadamente un centenar de manifestantes que protestan por la carga policial de ayer tras la marcha contra el uso de fondos públicos en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

El cerco policial divide a los manifestantes, situados en el centro de la Plaza junto a la estatua de Carlos III, de los transeúntes, que pueden circular por los laterales de la misma.

Los agentes, que han pedido la documentación a algunos asistentes, impiden el paso a quienes intentan acceder al interior e instan a los viandantes a bordear la zona.

Poco antes de las ocho, por el kilómetro cero transitaban numerosos peregrinos a los que ha sorprendido un amplio dispositivo formado por al menos veinte furgonetas de la Unidad de Intervención Policial y un helicóptero sobrevolando la zona.

Entre las asistentes a la concentración se encuentra Valentina Pereya, joven de 25 años, quien ha mostrado su enfado por el cerco a Sol, ya que asegura que una amiga con la que había quedado está al otro lado del cordón y no puede pasar.

Junto a los manifestantes laicos, una decena de personas protestan contra la impunidad por los crímenes del franquismo y en solidaridad con las víctimas, también dentro del cordón policial.