Han pasado 14 meses desde que fue vista por última vez en Portugal Madeleine McCann, la niña desaparecida más famosa del mundo, y la policía lusa no tiene ni la más remota idea de por dónde tirar. De poco o nada han servido las decenas de llamadas de ciudadanos diciendo que habían visto a la menor británica en este o aquel lugar --desde Marruecos hasta Malta--, las múltiples reuniones de sus padres con autoridades de todo tipo --desde el papa Benedicto XVI hasta el ministro del Interior de España, Alfredo Pérez Rubalcaba-- y la desmesurada atención mediática que el caso ha recibido. Según publicó ayer la prensa portuguesa, la Policía Judicial (PJ) dará por cerrada la investigación en los próximos días, ya que los agentes carecen por completo de pruebas.

El caso Maddie --una desaparición entre las miles que se producen cada año, solo que esta mantuvo en vilo a medio mundo-- se cierra por el momento con un interrogante, y es probable que ahora ingrese en la lista de célebres crímenes sin resolver, uno de esos en los que se basan best-sellers editoriales, películas taquilleras y telefilmes de sobremesa. Pero aquí ni siquiera está claro si la pregunta es ¿quién mató a Madeleine?, ¿quién secuestró a Madeleine? o ¿cómo desapareció? Tal es la ausencia de pistas sobre lo que pudo ocurrir aquel 3 de mayo del 2007 en el que, según la familia, Kate y Gerry McCann, médicos de profesión, cenaron con unos amigos en un bar, dejaron solos a Madeleine, que tenía 4 años, y a sus dos hermanos en el piso alquilado y, cuando volvieron, la niña ya no estaba.

EL INFORME "La PJ no dispone de pruebas suficientes que permitan acusar a los tres sospechosos formales los padres de la menor y Robert Murat, un británico afincado en Portugal de la desaparición de Madeleine", explicó ayer el Correio da Manha . "La policía no encontró culpables", dijo el Jornal de Noticias , que añadió que el informe oficial "se limita a describir los hechos", sin explicar si lo que ocurrió en Praia da Luz fue un rapto, una desaparición o un homicidio. Ese informe ya se encuentra en manos de la Fiscalía General de la República, que ayer, ante estas informaciones, anunció que el caso no estaba formalmente cerrado, pero podría estarlo en breve.

Mientras tanto, en Inglaterra, los McCann acogieron el cierre del caso con sentimientos cruzados. Por un lado, se trata de una buena noticia: de confirmarse, significa que ambos dejarían de ser sospechosos. Por otro, implica que, si la policía no ha podido o sabido encontrarla, ahora las únicas esperanzas residen en el trabajo de la agencia de detectives que han contratado, Método 3, enclavada en Barcelona. "Kate y Gerry nunca se darán por vencidos --declaró el portavoz de la familia, Clarence Mitchell, quien no quiso entrar a analizar la investigación portuguesa--. Si la investigación criminal, queremos que la policía ceda los archivos a nuestros investigadores. Ellos seguirán cualquier pista".