La camiseta subida hasta el cuello y el sujetador destrozado. Estos son algunos de los indicios que hacen pensar a los expertos de la Guardia Civil que Sonia Carabantes fue asesinada por un móvil sexual. El equipo forense confirmó ayer oficialmente que el cuerpo encontrado en Monda, a cinco kilómetros del lugar donde fue vista por última vez, es el de la joven de 17 años desaparecida hace una semana en Coín (Málaga).

ESTADO DE DESCOMPOSICION

Los expertos han necesitado 24 horas para confirmar la identidad de la joven dado el avanzado estado de descomposición del cadáver. No obstante, todavía quedan por recibir los resultados de las pruebas de ADN y la comparativa de las piezas dentales halladas con la ficha dental de Sonia Carabantes, remitida desde Suiza, donde la chica residió hasta hace un año.

El director del Instituto Anatómico Forense de Málaga, Antonio García de Gálvez, aseguró ayer que el análisis del cadáver ha aportado datos "muy ilustrativos" sobre el crimen, pero no ofreció más detalles de los mismos porque el caso está bajo secreto del sumario.

GOLPE EN LA MANDIBULA

Por ahora, las pruebas radiológicas practicadas han demostrado que Sonia fue fuertemente golpeada en la mandíbula, ya que casi todos los dientes de la parte inferior están totalmente rotos.

Los investigadores creen que la adolescente fue agredida por varios individuos. Estos, según las primeras hipótesis, no debían de conocer muy bien el paraje de Cerro Gordo donde abandonaron el cuerpo tras ocultarlo debajo de unas rocas. Fuentes cercanas a la investigación policial aseguraron que los agresores accedieron al paraje donde apareció el cuerpo en coche.

Precisamente, varios vecinos de Coín han declarado que vieron merodear por la zona un vehículo de color blanco el día de la desaparición de Sonia. Uno de los testigos aseguró que vio a un hombre lavar un turismo blanco en las inmediaciones de un río cercano al lugar donde se encontró el cuerpo. La descripción del coche es similar a la que ofreció otro vecino, que vio cómo el turismo salió a toda velocidad el día que desapareció Sonia.

Nada más conocer la confirmación oficial de la identidad del cadáver, el alcalde de Coín, Gabriel Clavijo, condenó el asesinato y convocó tres días de luto.