Los cerca de 1.500 niños de un pueblo esquimal de Canadá se quedarán la noche de Halloween en casa por la prohibición del alcalde de salir a pedir caramelos. A pesar del disgusto que s ehan llevado los pequeños, todo tiene una justificación: hay osos polares merodeando por las calles.

Debido al elevado número de ejemplares avistados recientemente en el entorno urbano de la población, el alcalde ha decidido prohibir el típico paseo nocturno con disfraces para evitar males mayores. A cambio ha habilitado un espacio del Ayuntamiento para qeu los pequeños puedan recibir sus caramelos sin salir a la calle.

Arviat es un pueblo equimal de la región Ártica de Canadá, situado en la región de Nunavut en el que viven unas 3.000 personas. los osos polares acostumbran a merodear por la zona durante su migración de otoño, peor debido al aumento de ejemplares, este año, igual que en el 2014, se ha decidido tomar medidas preventivas.

La aldea fue una de las dos poblaciones de la región que vivieron, durante el pasado verano, ataques mortales de estos animales. Concretamente en Arviat, un hombre de 31 años perdió la vida por als heridas causadas por uno de estos animales tras ser atacado cerca del municipio.

Así, tras qeudar prohibida la ceremonia del famoso 'truco o trato', los menores de 14 años celebrarán esta tradición modificada de 18.30 horas a 20.30 horas y posteriormente lo harán los mayores hasta las 22 horas.