Greenpeace, Oxfam, WWF, Amigos de la Tierra y otras grandes organizaciones ecologistas y de cooperación, con el apoyo de los sindicatos, decidieron ayer abandonar la conferencia del clima que se celebra en Varsovia (Polonia) como forma de protesta ante los pobres avances y lo que consideran escasa voluntad de los negociadores de llegar a acuerdos ambiciosos. Se trata de la primera vez en la historia de las cumbres organizadas por la ONU, y ya van 19, que hay una desbandada de este tipo. "No queremos ser cómplices de esta cumbre, por lo que hemos decidido no volver", resume Aida Vila, portavoz de Greenpeace-España, desde las puertas del Estadio Nacional de Polonia, sede de la conferencia. El ambiente es pésimo.

Tiene previsto concluir esta noche con la firma de un documento de consenso, aunque visto el panorama y los antecedentes de otros años "lo normal es que la negociación se eternice y que la clausura se retrase hasta avanzada la madrugada", suscribe Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima y veterana de estas cumbres.

Las oenegés consideran que no se actúa con la urgencia requerida para frenar, o al menos mitigar, el cambio climático. "Ya no podemos hablar de un binomio entre industrializados y emergentes. Nadie quiere comprometerse a nada --lamenta Vila--. Aquí solo priman el interés de los lobis de los combustibles fósiles". Los miembros de las organizaciones se retiraron ataviados con camisetas verdes en las que se podía leer el lema Los que contaminan hablan. Nosotros nos vamos . Hoy, en cualquier caso, las oenegés han sido convocadas a una reunión ccon el presidente de la cumbre. No van a volver al Estadio Nacional, pero se espera que sí estén presentes en las citas de Lima (2014) y la trascendental de París (2015).

PARA ATRAS En algunos aspectos se ha ido incluso para atrás. Uno muy claro es la decisión anunciada por los gobiernos de Japón y Australia, otrora defensores del protocolo de Kioto, de rebajar su compromiso para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Vila considera que se ha debilitado incluso la posición de la UE: "Se está dejando dominar por Polonia y apoyando objetivos demasiado moderados", dice la portavoz de Greenpeace. Polonia es el único país europeo con un potente sector del carbón.

El objetivo de la cumbre es sentar las bases para que en el 2015 pueda firmarse un acuerdo sobre reducción de emisiones que evite que las temperaturas se disparen por encima de los dos grados, aunque se da por hecho que ese umbral se va a superar y ahora de lo que se trata es de que ese aumento sea lo más pequeño posible. El tratado, que entraría en vigor en el 2020, debería implicar a los países industrializados y a las potencias emergentes como China.