Unos 600 bomberos trabajan en Portugal en las labores para extinguir los 16 incendios descontrolados que se han producido en el país en las últimas horas. La ola de calor, con temperaturas superiores a los 40 grados, ha atizado aún más el fuego y está complicando las labores de extinción. Los incendios afectan especialmente al norte y al centro del país.

A las afueras de Oporto, un incendio en una casa amenazó viviendas cercanas. En Viseu, en el centro del país, los bomberos se han enfrentado a las llamas y han tenido que cortar la autopista IP5, donde se han declarado un total de seis fuegos, uno de ellos con dos frentes activos pese a que lo combaten 200 efectivos. Los incendios más graves de hoy se han registrado en Gondomar, Castelo de Paiva, Caminha, Paredes, Alcácer do Sal, Lousa, Grandola, Sever do Vouga, Baiao y Vila Verde.

El norte portugués, que cada año sufre la devastación del fuego durante el periodo estival, es desde principios de julio escenario de los incendios por culpa de un calor por encima de lo habitual en esta época. Las autoridades tienen en alerta amarilla, el segundo mayor nivel de riesgo de fuego, a todo el territorio continental de Portugal, donde viven 10 millones de personas.