Las autoridades de Portugal rechazaron ayer la petición de los armadores del Prestige de llevar el maltrecho petrolero a un puerto de ese país para trasvasar su carga de fuel. El buque salió ayer de aguas españolas y se adentró en la zona de salvamento que corresponde al país vecino, aunque no en sus aguas territoriales.

El Gobierno de Lisboa no está dispuesto a actuar todavía porque sólo está obligado a hacerlo "si peligran vidas humanas", según aseguró el Comandante del Instituto Hidrográfico portugués, Ventura Soares, que considera que la responsabilidad "sigue siendo de España".

A este respecto, el delegado del Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, afirmó: "No dejaremos tirado a nadie", y añadió que las autoridades españolas seguirán prestando la ayuda necesaria.

SE ACERCA OTRO TEMPORAL

De momento, la intención de los remolcadores es adentrar el Prestige en alta mar. Los armadores tratan de mantenerlo en aguas internacionales y llevarlo hacia el sur, donde las condiciones meteorológicas son mejores, e intentar allí un trasvase de la carga. La previsión, sin embargo, augura un fuerte temporal en esa zona a partir del próximo jueves.

El petrolero, que continúa vertiendo fuel aunque en menor cantidad que en días anteriores, está siendo arrastrado por uno de los remolcadores más potentes del mundo, el chino De Da, contratado por la empresa Smit Tack.

En tierra, el viento sopla hacia el norte, por lo que el fuel podría llegar a la ciudad de La Coruña y a emplazamientos mejilloneros que ya han tomado las medidas de precaución de las que disponen, con barreras de contención y bombas flotantes de succión.