Soldados de Salamina, de David Trueba, se quedó fuera de la carrera por el Oscar a película en lengua extranjera. En una decisión que provoca cierta estupefacción, los selecionadores han olvidado, entre otras, Osama, filme afgana reconocido con el Globo de Oro, y Good bye, Lenin, mejor cinta europea del año. La favorita para llevarse la estatuilla el 29 de febrero en la ceremonia en la que Billy Crystal vuelve como maestro de ceremonias es la canadiense Las invasiones bárbaras, por cuyo guión también es candidato su realizador, Denys Arcand.

No obstante España podrá aspirar a un Oscar en la categoría de mejor documental con Balseros, de Carles Bosch y Josep Maria Domenech. El primero declaró que había llorado tras conocer la noticia. "Es una alegría increíble. Si me lo dicen hace unos años no me lo habría creído", apuntó Domenech. Un sensacional regalo para una película que comenzó en el verano de 1994 como un reportaje televisivo. El contenido: seguir a unos ciudadanos cubanos durante sus preparativos de fuga hacia EEUU. Siete años después, ese reportaje se transformó en un documental sobre el paradero y la suerte dispar de los protagonistas de la huida.