«Hazme una foto para Instagram. Natural, así como que no me doy cuenta». Cualquier excusa es buena para fotografiarse y compartirlo en redes sociales, y más durante el verano, periodo más prolífico para realizar actividades de ocio. Playa, fiesta, amigos, viajes en grupo… Las principales opciones de otros periodos estivales se veían reflejadas en esta red social, donde los usuarios acudían a presumir de sus vacaciones. Sin embargo, la pandemia del coronavirus redujo las posibilidades de diversión y obligó a los ‘instagrammers’ a reinventarse para seguir ganando ‘likes’.

María Gil Rodríguez, en la Cascada del Diablo.

Las medidas de seguridad y la ausencia de eventos masivos ha propiciado un aumento de las fotografías de una sola persona, que han sustituido a las habituales instantáneas en grupos de viajes, festivales y verbenas. Este verano ha sido diferente, y esto se ha visto reflejado tanto en la vida real como en la cibernética.

La arena, el agua y el sol eran la combinación perfecta para sacar una buena foto. Los extremeños aprovechaban sus desplazamientos a las costas españolas o los baños en los múltiples embalses, ríos, pozas y charcos de la comunidad autónoma para capturar el momento y subirlo a las redes sociales. La reducción de las posibilidades de moverse y el cierre de gran parte de piscinas naturales han afectado a este tipo de fotografías, que han visto muy menguada su cantidad durante este periodo estival en algunos sitios.

Juan Francisco Pérez Caballero, en la piscina.

Ante la escasez de playas, el monte y las piscinas han sido varios de los destinos preferidos durante este periodo estival. El entorno natural ofrece muchas posibilidades no solo de ocio, sino que también aporta un sinfín de oportunidades para capturar una buena instantánea. Muchos usuarios han aprovechado sus escapadas a la naturaleza para retratarse y compartirlo con sus amigos y seguidores. Dentro del entorno del campo y la vegetación, la zona norte de Cáceres ha sido uno de los lugares más escogidos por los extremeños para fotografiarse. La belleza del paisaje, unido al fondo de una puesta de sol o de un amanecer, ofrece un marco irrepetible para retratarse. Dentro de la región, Badajoz, Trujillo, Jerez de los Caballeros, el Teatro Romano de Mérida y el Real Monasterio de Guadalupe han aparecido frecuentemente en las publicaciones de la red social. Otros, por su parte, han preferido disfrutar de Portugal, Andalucía, Asturias , Galicia, etc.

Patricia Montero Navais, con su perrita Keka.

Precisamente la naturaleza ha sido el lugar elegido para disfrutar de las famosas perseidas, lluvias de estrellas que se suceden año tras año durante el mes de agosto. Instagram se ha llenado en las últimas fechas de bellas instantáneas de los usuarios con un fondo lleno completamente de astros.

Los paseos por la capital cacereña han sido asimismo una excusa perfecta para retratarse y subirlo a las redes. Santa María, San Jorge, la muralla, la plaza Mayor, la Torre de Bujaco... El encanto de las calles del casco antiguo, han sido la sede elegida por numerosos usuarios para compartir su contenido. Así lo ha hecho este verano María Gracia Hernández Garrido, que se confiesa una enamorada de la ciudad y de la que presume cada vez que puede en su perfil.

María Gracia Hernández, en el caso viejo de Cáceres.

Es momento de quedarse en Extremadura ante la extensión de los brotes. Pero eso no les impide disfrutar del verano. Que se lo pregunten a Juan Francisco Pérez Cabello desde la piscina en Mérida o a Maria Gil Rodríguez, que muestra con entusiasmo su escapada a la Cascada del Diablo en Villanueva de la Vera. Del mismo modo, Patricia Montero Navais posa con su fiel amiga perruna Keka en Zarza la Mayor. Rafael y Charete lo hacen relajados y felices en el puente romano de Badajoz y Luis Rubio sonriente en el Rincón Nazarí de la misma localidad.

Hora ideal para publicar

Según un estudio reciente realizado por ‘SproutSocial’ sobre el engagement en Instagram, los mejores días para subir fotos son los miércoles y los viernes. Y los mejores horarios para publicar, siempre son entre las diez y las doce de la mañana. Por el otro lado, los peores días son el sábado y, principalmente, el domingo. En el fin de semana podemos apreciar una muy pronunciada bajada de las interacciones. A diferencia del estudio anterior, ellos deducen que el domingo es un día en que las personas suelen desconectar y dedicar su tiempo a actividades de ocio o en familia.

Rafael y Charete, en el puente de Badajoz.

Actualmente, los usuarios son bombardeados con imágenes espectaculares y vídeos cortos que acaban siendo un mecanismo de decisión sobre el lugar al que viajar. De modo que la situación tiene un efecto boomerang, en el sentido de que sitúa a Extemadura como destino. El temor a salir fuera de la tierra ha hecho de esta tierra su imagen más bella.

Luis Rubio, en el Rincón Nazarí de Badajoz.