La secretaria nacional de Igualdad del PP, Sandra Moneo, lanzó el martes pasado un provocativo apoyo a la reforma que prepara Alberto Ruiz--Gallardón al asegurar que las mujeres están usando como un anticonceptivo más la actual ley del aborto promulgada por el Gobierno de Zapatero en 2010. Como consecuencia de este uso, según la diputada popular, se registra cada año la "cifra intolerable" de más de 100.000 interrupciones del embarazo.

Más comedida, la ministra de Sanidad, Ana Mato, no refrendó la tesis de Moneo, pero aseguró que como mujer se siente "muy cómoda con todas las decisiones del Gobierno", incluida la ley Gallardón. Sbrayó que es una propuesta del programa electoral para "garantizar la protección de los menores, velar por el derecho a la vida del no nacido y hacerlo compatible con los derechos de la embarazada".

"Decir que el aborto se usa como anticonceptivo es un insulto para las mujeres que se han visto obligadas a interrumpir su embarazo ante circunstancias diversas", replicó a Moneo indignada la secretaria de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié, que exigió al PP "respeto" hacia las españolas. "¿Quiénes utilizan el aborto como un método anticonceptivo? ¿Las mujeres que han interrumpido su embarazo tras recibir el diagnóstico de una malformación fetal? ¿Las desempleadas y sin recursos para mantener una familia?", se preguntó Causapié.