Si existe un galardón que verdaderamente reconoce y premia la trayectoria laboral de un personaje, ese es la Medalla al Mérito en el Trabajo que el pasado día 8 de marzo concedió --en su categoría de plata-- el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a una cacereña nacida en Cañaveral: La directora del centro placentino de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), Consuelo Boticario.

"Es una enorme satisfacción y a la vez una grata sorpresa que me hayan concedido este premio, porque no me lo podía ni imaginar. Mi mérito es únicamente haber trabajado por los demás, haber intentado dar el máximo de mí", asegura emocionada desde su despacho. Pero lo cierto es que Consuelo Boticario lleva toda su vida estudiando, investigando y compartiendo sus conocimientos con todos sus alumnos. Según confiesa, le hace especial ilusión "que haya sido propuesta para el premio por personas muy queridas por mí", en alusión a las también incansables investigadoras Margarita Salas --discípula de Severo Ochoa-- y María Cascales --alumna de Santiago Grisolía--.

Sin embargo, este premio es para ella "un homenaje a mi padre, que fue un hombre muy adelantado a su tiempo y que se empeñó en que tanto yo como mi hermana estudiáramos una carrera, cuando antes solo tenían esta oportunidad los hombres". Y vaya si lo hizo, porque Consuelo Boticario logró licenciarse con un brillante expediente en Química y después en Farmacia, donde también realizó el doctorado. Además, es profesora titular de Ingeniería Química por oposición. "Me atraía el mundo de la docencia, por eso en cuanto se fundó la Uned me interesó muchísimo". Tanto, que consiguió ser vicedecana de ciencias en esta universidad, "hasta que me ofrecieron dirigir el centro de Plasencia, al que dedico todo mi esfuerzo".

Precisamente bajo su tutela, el centro placentino ha alcanzado las mayores cotas. "Hemos crecido mucho. La Uned en Plasencia tiene 1.200 alumnos, imparte muchas titulaciones y doce cursos de extensión universitaria este verano... Pero lo más reconfortante es que hemos conseguido que accedan a la cultura muchas personas que nunca lo hubieran podido hacer sin esta universidad".

Por todo ello, Consuelo Boticario ha obtenido el reconocimiento del Estado a través de la concesión de este distinguido premio, que acepta con humildad: "Opino que hay muchas mujeres extremeñas, que durante años han vivido en sus casas trabajando al máximo y también sufriendo, que se merecen este galardón tanto o más que yo", asegura antes de exponer un deseo para el futuro: "Siempre confío en que la ciencia tiene que avanzar, tiene que llegar a conocer el genoma humano, y ojalá que en poco tiempo enfermedades tan terribles como el cáncer sean vencidas".