Como en muchas cumbres de la ONU donde se alcanzan pactos por consenso, los resultados de la conferencia de Montreal contra el cambio climático no son nada fáciles de interpretar y la lectura de los juicios realizados en los países que la protagonizaron lo corrobora. En Canadá, el país anfitrión, se ha hablado, por ejemplo, de "una de las noches más productivas de la historia", mientras en Francia se ha considerado "parco" el fruto obtenido. Pero en lo que si coinciden todos los periódicos es en otorgar un papel protagonista a la Administración de Bush y su cambio de última hora al ceder a la presión interna y externa y sumarse al acuerdo pactado por el resto del mundo. El aislamiento que se ha puesto en evidencia lleva a muchos medios a soñar con el momento en que se vaya de la Casa Blanca porque pocos creen que su incorporación al consenso vaya a comportar un giro en su política ambiental.

Hay un acuerdo general también en que la conferencia de la ONU se han asentado los mecanismos que garantizan un eficaz cumplimiento del protocolo de Kioto y los límites de emisión de gases de efecto invernadero entre el 2008 y el 2012.