La prensa portuguesa ejerció ayer otra vez el papel de ariete del caso Madeleine y, como en ocasiones previas, abrió una nueva puerta que hará las delicias de las decenas de miles de personas que confían en ver resuelto del rompecabezas de la desaparición de la niña. Anunciaron primero que la policía la daba por muerta, después sugirieron que los padres podrían ser culpables y ahora, se supone que como siempre inspirados por filtraciones policiales, los periodistas lusos aseguran que los agentes han pedido permiso para buscar restos de Maddie en el jardín de la iglesia de Praia da Luz y para confiscar la Renault Scenic que el matrimonio alquiló 25 después de la desaparición.

No hay cadáver, no hay caso. Es un clásico de cualquier novela de detectives que vale en este caso. La Policía Judicial remitió esta semana el resultado de sus pesquisas al fiscal y, este las trasladó de inmediato al juez para poder dar nuevos pasos en la resolución del misterio. ¿Cuáles? Son los que ayer contaba la prensa portuguesa. No es, como es habitual, información contrastada, pero de confirmarse, la prensa portuguesa le dará otro revolcón a la inglesa, en el duelo mediático que mantienen a ojos de todo el mundo ambos frentes mediáticos para culpabilizar (el primero) o salvar (el segundo) a Gerry y Kate MacCann.

VISITAS DIARIAS La inspección de la iglesia, según esas filtraciones, estaría motivada por las visitas que la pareja realizaba a diario para rezar. Iban tanto que hasta tenían la llave. El jardín estaba en obras. La prensa no se anda con rodeos. Los padres --acusan-- escondieron allí el cuerpo y, días más tarde, por miedo a que fuera descubierto, lo trasladaron con el coche que alquilaron. ¿Fue así como sucedió? La policía calla, pero para los aficionados al caso es un regalo de hipótesis porque resuelve de una tacada varios de los enigmas.

Mientras, en el Reino Unido, los medios continúan con su exquisito trato a los McCann y su menosprecio a la pericia policial portuguesa. Un buen ejemplo es el atolladero del que trata de salir la prestigiosa BBC. El jefe de los informativos ha tenido que salir en defensa de la cobertura informativa que la cadena pública está dando al suceso. Peter Harrocks ha justificado la gran cantidad de tiempo que se le está dedicando al caso, dado "el interés sin precedentes de la audiencia". "Hay que sopesar el punto de vista, muy defendible, de que la cobertura se debe reducir, contra el hecho de que el consumo de esa cobertura es extremadamente alto", señaló.

Desde algunos sectores de opinión se ha acusado además a la BBC de ofrecer una información sesgada, a favor de los McCann, algo que rechaza Harrocks, insistiendo en que la cadena, simplemente, no ha informado de las especulaciones aparecidas en la prensa y se les ha reprochado el uso de un helicóptero para seguir el domingo los movimientos de la familia, en el trayecto entre el aeropuerto de East Midlands hasta su casa.