Benedicto XVI se detuvo especialmente para expresar su preocupación por Oriente Medio, "donde el horizonte parece oscurecerse para israelíes y palestinos", lugar al que tiene previsto viajar en mayo del próximo año, junto con Africa. "Que la luz divina de Belén se difunda en Tierra Santa, donde el horizonte parece volverse a oscurecer para israelíes y palestinos, que también se propague en Líbano y en Irak y en todo Oriente Medio. Que haga fructificar los esfuerzos de quienes no se resignan a la lógica perversa de la violencia y prefieren la vía del diálogo y la negociación para resolver las tensiones internas de cada país y encontrar soluciones", afirmó.