Madrugones, fe y chubasqueros. Así se resume la presencia de distintos grupos de extremeños que viajaron a Galicia para ver al Papa. "Me emociona muchísimo esta misa, hemos preparado el viaje en apenas tres cuartos de hora y hemos venido desde Extremadura", explicó a Efe Ana, que llegó al Obradoiro con su familia cuando aún era de noche, a las 5.30 de la mañana. Un colectivo de jóvenes de Badajoz y Cáceres también se hizo notar en la plaza compostelana con sus cánticos y sus guitarras. "Estamos muy ilusionados, estábamos cantando cuando llegó Benedicto XVI y nos pusimos a gritarle ´vivas´", declaró a Canal Extremadura uno de ellos.