Paloma Lago se estrenó ayer en Barcelona como embajadora de la Galicia poschapapote y amadrinó una campaña para atraer a los turistas a su tierra natal, "un destino lleno de fuerza, alegría y color".

La campaña se llama Besos para Galicia y sigue una metodología cuando menos singular: del 26 al 1 de junio, un grupo de azafatas entregarán en la calle, cines y centros comerciales una bolsa con una postal y un pintalabios. Quien así lo desee estampará sus labios y participará en un sorteo de un fin de semana en Galicia. "Cuando alguien está herido, necesita besos. Es una manera de recuperar la ilusión", dijo la presentadora.