La presidencia francesa de la UE, en el segundo semestre de 2008, propondrá un pacto europeo contra la inmigración ilegal que incluya medidas efectivas de deportación. El plan, al que tuvo acceso el diario británico Financial Times (FT), prevé también un endurecimiento de las condiciones para solicitar asilo en la UE. El documento francés, denominado "pacto sobre inmigración", pide una rápida implementación de los visados biométricos y clases obligatorias para los inmigrantes del idioma del país de acogida. Aunque el plan reconoce que la UE necesita la inmigración por razones demográficas y económicas, subraya que "Europa no tiene los medios para recibir con dignidad a todos lo que ven en ella El Dorado".

El documento, según el Financial, pide que los Estados miembros de la UE establezcan "contratos de integración" obligatorios para los recién llegados. Según estos contratos, los inmigrantes deberán aprender el idioma del país en el que viven, además de los "valores nacionales y europeos", como igualdad entre géneros y tolerancia. Entre las propuestas de Sarkozy está también impulsar el retorno a su país de origen del inmigrante que entra de forma ilegal y sugiere que la inmigración quede restringida a los extranjeros que cuenten con las calificaciones requeridas por las necesidades laborales del país que los recibe.

El documento afirma que sólo uno de cada tres inmigrantes ilegales que deben ser deportados de la UE es expulsado en la actualidad y propugna negociar "contratos de readmisión" con los países de procedencia.

Según el FT, París analiza el documento con otros gobiernos, pero al final es posible que sea suavizado. El periódico británico destaca el hecho de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció ayer durante una visita a Polonia que su país iba a abrir el mercado laboral francés a los trabajadores de los países comunitarios del Este de Europa.