La desesperación de los 1.300 farmacéuticos de Castilla-La Mancha por no poder hacer frente a las facturas y su pulso con el Gobierno que preside la secretaria general del PP, Dolores Cospedal, siguen intensificándose. Los colegios profesionales anunciaron ayer que más de la mitad de las farmacias han solicitado el cierre temporal y voluntario durante más de dos meses a partir del 15 de septiembre, ya que "pierden más dinero abriendo que cerrando".

La petición, cursada con un mes de antelación como exige la ley, supera el 80% de las oficinas en Ciudad Real, la provincia más afectada por la deuda global de 130 millones que la Junta tiene con ellos. "Estamos al borde de la quiebra. Ya no podemos más", manifestó Julián Creis, presidente del colegio. En Guadalajara los favorables a echar la persiana superan el 60%, en Toledo el 40% y de Albacete y Cuenca no hay datos.

Además, la secretaria de Comunicación del PSOE de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, considera "indignante" que Cospedal ponga "en peligro el sistema de Salud de Castilla-La Mancha".