La marea política en el PP gallego que ha sucedido al hundimiento del Prestige se ha cobrado ya su primera víctima. El conselleiro de Obras Públicas y antiguo delfín de Manuel Fraga, Xosé Cuiña, presentó ayer su dimisión tras difundirse que una de sus empresas se había lucrado con la venta de material contra el chapapote.

Esta dimisión llega cuando Fraga prepara una crisis de su Gobierno, que aunque ya estaba anunciada desde tiempo atrás por presentarse algunos de sus miembros a las elecciones locales, arrastrará a más conselleiros quemados por el Prestige .

EN LA CUERDA FLOJA

El político de Lalín estaba en la cuerda floja desde que el 1 de diciembre encabezase una facción dentro del Gobierno gallego que pretendía oponerse a la dirección del partido en Madrid por la manera en que ésta había llevado la crisis del Prestige .

Los movimientos de Cuiña sentaron muy mal en la dirección del PP, hasta el punto de que el conselleiro tuvo que presentar su renuncia verbal a principios de esta semana para forzar a Fraga a ratificarle en el cargo, algo que el veterano presidente hizo en público al alabarle como su "colaborador más antiguo".

Pero la situación se ha tornado insostenible al difundir la Cadena SER que una empresa del hólding familiar de Cuiña se había lucrado con la venta de material anticontaminación.

Ante esta situación, el presidente Manuel Fraga y Xosé Cuiña mantuvieron ayer una reunión en la que el líder de los populares gallegos le ofreció dos opciones: presentar la dimisión o ser destituido. El conselleiro prefirió dimitir e hizo pública una nota manuscrita, de apenas 11 líneas, en la que explica que "ante las noticias difundidas" considera un "deber" presentar la "dimisión", y añade que espera "poder aclarar" que las empresas participadas por su familia "no cometieron ninguna ilegalidad, sino simplemente una donación y una colaboración en la crisis".

"ANIMO DE COLABORAR"

Cuiña asegura que todo lo que se hizo fue "con ánimo de colaborar". Los trajes y las palas, según él, fueron "cedidos a un empresa que le hace la competencia, con beneficio cero", y añadió que facilitó "gratuitamente" a la Xunta contenedores por valor de 36.000 euros (6 millones de pesetas) para limpiar el fuel. Incluso argumenta que éstos se fabricaron "por emergencia" en días festivos.

El conselleiro de Presidencia, Jaime Pita, asumirá la cartera de Obras Públicas de forma temporal, hasta que Fraga dé a conocer el cambio de Gobierno.

El líder del Partido Socialista en Galicia, Emilio Pérez Touriño, calificó, por su parte, de insostenible la situación del Gobierno de Fraga y acusó a Cuiña de haberse lucrado de la "desgracia" del Prestige . La dirección del Partido Popular en Madrid mantuvo silencio, aunque horas antes de la dimisión su secretario general y ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, había declarado que respaldaba las decisiones de Manuel Fraga.