Otro Prestige aún es posible. Es lo que piensan las 2.000 personas que ayer se manifestaron en Santiago para reclamar medidas que impidan nuevas catástrofes en Galicia. Y es que cuando se cumple el cuarto aniversario de la crisis, el petrolero griego sigue siendo un problema. A estas alturas, el buque hundido todavía vierte fuel; las 66.000 toneladas de chapapote recogidas no han sido tratadas; hoy en día pasan frente a la costa gallega más buques peligrosos que hace cuatro años; los pescadores gallegos se quejan del descenso en las capturas y el juzgado de Corcubión que sigue el caso no da abasto para zanjar el proceso.

Entre las quejas, destacan las de los pescadores que denuncian el bajo nivel de capturas de especies como el pulpo, aunque los investigadores no están seguros de que se deba únicamente al efecto del chapapote. El BNG, socio de un Gobierno de la Xunta que hasta el pasado jueves no aprobó un plan de contingencias para la contaminación marítima, se sumó a la convocatoria ya que si bien reconoce que ahora hay en Galicia muchos más medios, cree que se debe avanzar aún más.

Un portavoz de Nunca Máis, Rafael Villar, destacó ayer "el elevado riesgo en el que sigue estando litoral gallego". Y es que si en 2002 navegaron frente al corredor de Finisterre 12.446 barcos de riesgo, en el 2005 la cifra subió hasta los 14.069, es decir, un 13% más.

En la misma línea se expresó Greenpeace, que afirmó ayer que el fuel volcado por el petrolero afectará todavía a la costa gallega "durante unos cuantos años más" y denunció que ni el Gobierno del PP, en su momento, ni el actual Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero han cambiado la política de transportes para evitar un nuevo accidente.

HIDROCARBUROS Por la misma zona en la que circulan esos cargueros, y cerca de donde permanece el Prestige , se han descubierto pequeñas manchas de hidrocarburos en los últimos días. Los primeros análisis apuntan a que se trata de restos de chapapote procedentes del petrolero griego, que aún guarda unas 1.100 toneladas de fuel de las 77.000 que transportaba este barco cuando naufragó.

Cuatro años después continúan almacenadas en As Somozas (A Coruña) las 66.000 toneladas de chapapote recogidas por los voluntarios. La Xunta aún no ha comenzado a construir la planta proyectada para tratar estos residuos. Con la misma lentitud, y sin fecha límite, se desarrolla el proceso judicial que se instruye en Corcubión.