Era el último que la había visto con vida. Y el primero en recibir la llamada de la preocupada madre de Celeste, la joven de 16 años asesinada el domingo en Valencia, cuando ésta no había llegado a casa. Braulio, un valenciano de 20 años y exnovio de Celeste, declaró ayer ante la magistrada del juzgado de instrucción número 11 de Valencia, que ordenó su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, por ser el presunto autor de la violación y el asesinato de su mejor amiga.

El cuerpo de Celeste, una estudiante de segundo de bachillerato fue encontrado por un vecino a las 8.30 horas en el rellano del primer piso del edificio donde vivía con su madre. Murió estrangulada tras haber sido violada. El detenido, que tiene antecedentes de violencia machista, mantenía una estrecha amistad con la víctima, pese a que ella había roto la relación con él hace unos dos años. Aun así, Celeste lo consideraba en la actualidad un hermano al que llamaba "tete".

Braulio ejercía de protector con el beneplácito familiar. Tanto es así, que la primera persona a la que llamó la madre preocupada porque su hija no había llegado a casa fue al detenido. La madre, que es guardia jurado, había trabajado en el turno de noche y se alarmó al no verla al llegar a casa. En aquel momento, la joven se encontraba en la escalera, solo cinco pisos por debajo de su propia casa..

Braulio y otro joven la acompañaron a casa tras tomar unas copas con los amigos en un parque cercano. El supuesto asesino se quedó con Celeste en el portal, tras despedirse el otro. Los hechos ocurrieron entre las 2.30 de la madrugada y las seis de la mañana. Esa noche la falla San Roque celebraba sus fiestas con mucha algarabía, los vecinos se acostaron tarde. Sin embargo nadie oyó gritos ni golpes. Ni siquiera los que habitan en la planta donde fue hallado el cuerpo. No había rastros de sangre. Celeste fue enterrada ayer en Benaguasil, pueblo de su madre.