Las políticas sanitarias de prevención del tabaquismo han logrado un consenso respecto a los potenciales perjuicios del tabaco pero están centradas en resaltar el riesgo de este consumo en el varón adulto y no en la mujer. La paradoja de esta premisa radica en que las cifras de fumadoras están igualando a la de los hombres y en el caso de las mujeres jóvenes, superándolas, según advierte una tesis doctoral elaborada por Luis Héctor Bailón, licenciado en Sociología por la Universitat Oberta de Cataluña y máster en Gestión Sanitaria por UDIMA/CEF, en la que realiza un análisis del tabaquismo en la ciudad de Valencia.

‘Análisis del tabaquismo en adultos de la ciudad de Valencia (2014-2015)’ es el título de esta tesis doctoral, que fue defendida por Bailón el 21 de octubre en la Universidad Católica de Valencia y obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude. El estudio afirma que ansiedad, estrés y depresión son factores preponderantes en el consumo tabáquico. Además, alerta de la alta tasa de tabaquismo entre las mujeres de más de 50 años, que a su juicio debieron iniciarse en el consumo de tabaco «en edades más tardías», algo que «choca» con la creencia de que los fumadores «incoan el hábito en la adolescencia y la juventud». Otra de las conclusiones de la tesis es que el 47,9% de los fumadores convive con otro fumador, independientemente del sexo, y los nunca fumadores solo un 18,4%.

Además, desmiente que ser deportista en la juventud prevenga de caer en el tabaquismo y destaca que el tabaco y su dependencia tiene un gran componente de sensación de autoimagen, lo que lleva a la conclusión de que el fumador «cree que el tabaco aporta elementos positivos a su imagen pública».