Es un primer paso esperanzador tras 20 años de frustracion pero aún queda mucho camino por hacer en la lucha contra el sida, una enfermedad que afecta a 33 millones de personas. La comunidad científica recibió ayer con moderado optimismo y cautela el anuncio de la vacuna, desarrollada por investigadores tailandeses y estadounidenses, que ha conseguido reducir el contagio en un 31,2% de los casos. Los expertos y la secretaria del Plan Nacional sobre el Sida, Teresa Robledo, destacaron "el importante avance" pero insisten en ser prudentes y "esperar a ver los resultados" a largo plazo, ya que cualquier inmunización necesita una protección entre el 70% y el 90% para llegar al mercado.

La vacuna, fabricada por el laboratorio francés Sanofi-Aventis, mezcla dos fórmulas genéticas que no habían funcionado antes por separado en humanos, pero que combinadas han tenido éxito. La primera estimuló la respuesta inmune y la segunda la creación de anticuerpos.

LAS PRUEBAS La imnunización se ha probado en 16.402 hombres y mujeres de 18 a 30 años desde octubre del 2003. A la mitad se les aplicó la nueva terapia. A la otra mitad un placebo. El resultado fue que en el grupo vacunado solo se contagiaron 51 personas. En los del placebo 74. Los investigaciones han sido supervisadas por Anthony S. Fauci, del instituto estaduonidense de alergia y enfermedades infecciosas (Niaid).

"Se trata de un avance muy importante pero no se pueden echar las campanas la vuelo", coincidieron Luis Menéndez, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y Juan Carlos López Bernaldo de Quirós, médico del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y dirigente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas.

Para estos investigadores un motivo de cautela radia en que el virus del VIH "tiene mucha diversidad" y "muchos subtipos". En Tailandia, donde se ha llevado a cabo el ensayo, existe uno distinto al que se da en otras partes del mundo. Por ello, habrá que mejorar muchas cosas para lograr una vacuna eficaz para todo el planeta. "Todavía es un ensayo y no se sabe cómo va a funcionar. Ahora hay que estudiar la evolución y la respuesta de los pacientes y, a partir de ahí, mejorar la vacuna. Puede que este sea el camino pero no la vacuna definitiva" , comentó López.

Mariano Esteban, investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, que coordina un ensayo clínico en España, consideró que "la nueva vacuna demuestra una eficacia parcial pero significativa" de resistencia al virus. "Se han abierto las puertas por primera vez para conseguir una vacuna. Llevará consigo un esfuerzo científico fuerte para demostrar su eficacia", vaticinó Esteban. El investigador anunció que los detalles del descubrimiento se darán a conocer en un congreso que se celebrará en octubre en París

A la OMS no se le escapa que un 31,2 es un "porcentaje modesto" de protección, pero como explicó Josep Maria Gatell, jefe de enfermedades infecciosas y VIH del Clínic de Barcelona, lo importante es que se trata de "una prueba de concepto de que una vacuna eficaz contra el sida será posible. Hasta ahora se dudaba".

INTERROGANTES La OMS y el programa de la ONU contra el sida (ONUSIDA) acordaron ayer que queda por ver cuánto dura la protección de la vacuna, por lo que es pronto para pensar en su comercialización, solo con los resultados de este trabajo. Además, debido a los modestos beneficios iniciales, las organizaciones apuntan que la vacuna deberá emplearse como herramienta junto a otras estrategias preventivas. "Queda mucho para poder disponer de una vacuna. Mientras, la única medida eficaz que tenemos es la prevención. No podemos bajar la guardia", insistió Teresa Robledo.