Un vecino de Vitoria que vendía discos compactos a través de internet es el primer imputado en España por no liquidar el canon compensatorio por el derecho a la copia privada a las entidades de gestión. El acusado, U. A. S., de 30 años, vendía CD y DVD vírgenes y falsificaba las facturas asegurando que se trataba de disquetes. El canon se aplica desde hace septiembre del 2003 a todos los soportes digitales grabables, excepto los discos duros, que se venden en España.

"La operación se inscribe dentro de las acciones de la lucha contra el fraude que las entidades de gestión llevamos meses realizando. Vamos a emprender más acciones porque hay grandes organizaciones que defraudan y están distorsionando el mercado al vender más barato", dice Rafael Sánchez, director gerente de copia privada de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA).

La entidad es una de las seis organizaciones --como la SGAE o la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes (AIE)-- que pactaron con la patronal informática Asimelec la tarifa compensatoria. La tasa, que puede aumentar el precio de los discos grabables hasta un 50%, se estima que la pagan actualmente unos 200 millones de discos grabables que se venden en España, aunque, entre ellos, el nivel de fraude, según Sánchez, "es difícil de cifrar".

Al imputado le incautó la Ertzaintza 37.000 unidades de CD y DVD listos para la venta. Falsificaba las facturas y afirmaba que compraba disquetes en lugar de CD, porque estos no pagan el canon, como lo hacen, además de los discos, las memorias flash y las llaves o discos USB.