La princesa Mette-Marit de Noruega (en la foto, con su marido, el príncipe Haakon) dio a luz, en la madrugada de ayer, a una niña de la que todavía no se ha hecho público el nombre y que será la futura reina del país, la primera en más de 600 años, ya que la Constitución noruega permite a las mujeres acceder al trono. "La madre y el bebé se encuentran bien", aseguró el comunicado de la casa real.

Según la fotógrafo Linda Naesfeld, que se encontraba ante el centro hospitalario, "la princesa llegó al Rikshospitalet acompañada por su marido, que conducía su propio coche". Mette-Marit iba "en el asiento de atrás, medio doblada, seguramente a causa de los dolores de las contracciones", ha señalado la reportera.