La situación de Asturias es crítica, subrayó ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien añadió que esta semana es clave para comprobar si se registra un cambio de tendencia en la incidencia de la pandemia. De ahí que haya decidido ganar tiempo antes de flexibilizar las restricciones al pequeño comercio, que tendrá que esperar al menos una semana más para reabrir. Oviedo, Gijón y Avilés seguirán cerrados perimetralmente hasta nuevo aviso, y esta misma medida podría extenderse en los próximos días a otros municipios del entorno de Oviedo y Gijón y de la Cuenca del Nalón.

El jefe del Ejecutivo admitió errores en la gestión de la pandemia y llamó una vez más a la responsabilidad individual. Para vencer al virus, los asturianos deben autoconfinarse y reducir al mínimo los contactos y las salidas del domicilio: Solo para trabajar, estudiar y las compras esenciales, resaltó.

Barbón reconoció que esta segunda ola de la pandemia ha sorprendido a su gobierno, pero también a los expertos: No la esperábamos de esta manera; esto es, tan agresiva y con tantos contagios y tan rápidos. El mayor temor es que se vea desbordada la capacidad hospitalaria, pues la ocupación en las uci, por ejemplo: ha pasado en solo una semana del 56 al 75 por ciento, lo que unido elevado tiempo de permanencia de los pacientes críticos (entre tres semanas y un mes y medio de media) genera incertidumbre con vistas al futuro inmediato.

Subrayó que nunca ha retirado la petición que realizó el 2 de noviembre al Gobierno central para aplicar un confinamiento domiciliario en la región. El Ministerio (de Sanidad) insiste en que las medidas tan duras y contundentes que se aplican en Asturias va a tener resultado positivo en unos días. Estamos esperando, pero no hemos retirado esa petición, que nos aconsejan nuestros asesores, indicó.

EXCESO DE CONFIANZA

El "exceso de confianza" por los buenos datos registrados durante la primera ola y el verano, la llegada del mal tiempo y el hecho de que sea la región más envejecida de España han hecho a Asturias mucho más "vulnerable" en esta segunda ola, argumentó Barbón.

Afirmó que sabe que entre la población hay cabreo, decepción y cansancio, porque Asturias tiene las medidas más restrictivas de España, pero dada esta situación excepcional, reclamó un último esfuerzo para vencer al virus. Porque, sin estas severas limitaciones, según los epidemiólogos que asesoran al Principado, Asturias estaría "infinitamente peor" y registraría "muchas más muertes".

Los malos datos registrados esta semana en la región no solo han hecho que se aplace por segunda vez la reapertura del pequeño comercio, sino que aconsejan "revaluar todos los protocolos" en función de las peculiaridades asturianas. De ahí los posibles cierres perimetrales de más municipios y también el refuerzo de los cribados masivos, tanto en las residencias de mayores como en zonas básicas de salud, apuntó Barbón.

De momento, ayer ya se puso en marcha un “call center” con 50 administrativos para evitar nuevos colapsos telefónicos en atención primaria. Y se han repartido en los centros de salud y en las urgencias hospitalarias test de antígeno, que ofrecen resultados en solo 15 minutos, lo que permitirá disminuir la presión en los autocovid y los laboratorios.

El Presidente tuvo palabras de ánimo para los integrantes de los colectivos “que peor lo están pasando: comercial, hostelero, turístico, cultural y deportivo”. Son, dijo, “sectores clave” que contarán con apoyo económico del Principado. Reveló que los presupuestos para 2021 serán “completamente distintos” a los anteriores, porque “habrá que convivir todo el año con la pandemia”. De ahí que se prevean fondos económicos de rescate colectivos, que se activarían “inmediatamente” para aquellos sectores que, a causa de la epidemia, tengan que cesar su actividad.

Explicó que si se cierran actividades en las que apenas hay brotes se debe a que se busca “lo más parecido al confinamiento domiciliario. La situación es tan crítica que tenemos que hacer eso. Cuanto menos movilidad y menos contactos, menos contagios”, añadió. Admitió que aún aguardan “semanas muy duras, difíciles y críticas”, pero apeló a mantener la esperanza, recordando lo que Asturias consiguió entre marzo y junio (los mejores datos del país) y las “noticias esperanzadoras” sobre las vacunas. Aunque invitó a alejarse del “optimismo infundado” lanzó un augurio positivo: “Volveremos a la normalidad y a abrazar a la gente queremos. Hasta entonces, tenemos que resistir y volver a ganar la batalla al coronavirus”, concluyó.