El escritor y periodista polaco Ryszard Kapuscinski, considerado el mejor reportero del siglo XX, y el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, uno de los padres de la teología de la liberación, fueron galardonados ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. El jurado destacó el compromiso de los premiados con la verdad y los desfavorecidos.

El presidente del tribunal que falló los premios, el jurista Juan Luis Iglesias Prada, calificó a Kapuscinski de "modelo de periodista independiente que ha dado cuenta veraz de numerosos conflictos de nuestro tiempo en diversos continentes, incluso arriesgando su propia vida".

Kapuscinski reflexionó ayer sobre la guerra: "La gente, en todo el mundo, tiene una tendencia a querer la paz. La gente quiere la paz".

El escritor, de 71 años, acogió con emoción el premio. "Hoy (por ayer) ha sido uno de los días más importantes y felices de mi vida. El premio no es sólo de España sino de todo el mundo hispano".

El sacerdote Gustavo Gutiérrez, de 75 años, llevó su humildad hasta las últimas consecuencias al subrayar que el galardón "no se merece sino que se agradece".

Gutiérrez --que ha sufrido muchas presiones del Vaticano para que rectifique su posición-- dejó ayer de lado las polémicas. "La alegría y la esperanza son las dos cosas que alimentan nuestra teología".