El príncipe Enrique, tercero en la línea de sucesión al trono británico, se convertirá en el primer miembro destacado de la Familia Real en ir al frente desde la Guerra de las Malvinas, tras el anuncio hoy de su envío a Irak. Enrique, hijo menor de Carlos de Inglaterra y la fallecida princesa Diana, dirigirá una unidad de doce hombres de los escuadrones del Household Calvary Regiment, al que pertenece, informaron en un comunicado conjunto el Ministerio de Defensa y Clarence House, la residencia oficial del príncipe de Gales. El anuncio se produce un día después de que el primer ministro británico, Tony Blair, informase a la Cámara de los Comunes de la retirada en los próximos meses de 1.600 de los 7.100 soldados que el Reino Unido tiene destacados en el sur del país árabe.En una comunicación escrita al Parlamento, el ministro británico de Defensa, Des Browne, confirmó que dos escuadrones del regimiento al que pertenece el príncipe serían desplegados en Irak con la rotación de tropas que se producirá en mayo y junio próximos. Según el comunicado, su regimiento podría permanecer en Irak hasta siete meses.Alegría en la Casa Real Enrique, de 22 años y con rango de subteniente, desempeñará "un papel de comandante de tropa normal", y tendrá a su cargo una unidad de doce hombres y cuatro vehículos acorazados de reconocimiento Scimitar. El joven está "loco de contento" con la noticia, según fuentes del regimiento citadas por la agencia de noticias británica PA. La decisión de que Enrique sirva en Irak "es militar", adoptada por el jefe del Ejército británico, el general Richard Dannatt, conjuntamente con el jefe militar del príncipe, y la Familia Real ha sido consultada al respecto, añadieron el Ministerio de Defensa y Clarence House en el comunicado. Ambos advirtieron, además, del riesgo de "especular" sobre el lugar preciso donde el príncipe serviría o sobre detalles exactos sobre su misión. "Es potencialmente peligroso", consideraron esas fuentes, que añadieron que pedirán a los medios de comunicación que respeten esta cuestión "de seguridad operativa" para que Enrique "pueda desarrollar un periodo de servicio normal como es su expreso deseo expreso, así como el del Ejército". La seguridad del joven puede convertirse en un dolor de cabeza para los mandos militares, ya que Enrique podría ser blanco de los insurgentes o un imán para eventuales terroristas suicidas. Peligro para el resto de soldados El catedrático Michael Clarke, experto en defensa, destacó hoy en declaraciones a la PA que por su estatus, el príncipe podría poner en mayor peligro a quienes sirvan junto a él en Irak. Enrique, protagonista de algunas polémicas, una de ellas por vestirse de soldado nazi en una fiesta de disfraces, se graduó el año pasado en la elitista academia militar de Sandhurst. El joven siempre ha manifestado su deseo de servir a su país en el frente, hasta el punto de decirles a sus amigos que abandonaría el Ejército si no se le permitía llevar a cabo su propósito. Larga andadura belicista Los miembros de la realeza británica tienen una larga historia de participación en conflictos bélicos. Su abuelo, el príncipe Felipe, esposo de Isabel II, sirvió en la Marina durante la II Guerra Mundial (1939-1945), y uno de sus tíos, el príncipe Andrés, pilotó helicóptero artillado de la Armada británica en la Guerra de las Malvinas (1982) cuando tenía la misma edad del príncipe.