La falta de testigos o de cualquier evidencia sobre el trágico accidente mortal que en marzo sufrió un niño de siete años de Purchena (Almería) al chocar su bicicleta contra un muro levantó las sospechas de la Guardia Civil. Algo no terminaba de cuadrar. Ahora, los agentes han detenido a un familiar, de 22 años, por homicidio imprudente tras descubrir que el niño en realidad circulaba en una mini-moto y chocó contra una motocicleta de gran cilindrada. Los hechos se habrían ocultado porque el causante, ya en prisión, estaba implicado en asuntos de drogas. La operación se ha saldado con otros tres detenidos, que han quedado en libertad con cargos de encubrimiento y delitos contra la salud pública.

El suceso ocurrió el pasado mes de marzo, cuando el pequeño perdió la vida tras recibir un fuerte impacto en la cabeza tras chocar contra el muro de una vivienda. El chico fue localizado sólo y malherido, y falleció poco después en el hospital. Sin embargo, era paradójica la ausencia de testigos, testimonios o evidencias sobre el triste suceso que conmocionó a la población, ni existían motivos aparentes ni hechos objetivos que condujeran a la inicial causa del fatídico desenlace.

Tras dos meses, la investigación para esclarecer las causas de la muerte del niño condujo a los agentes de la Guardia Civil hasta un hombre de 22 años, identificado como A.C.S. y familiar del menor, que habría chocado contra el niño cuando conducía una moto de gran cilindrada por una calle estrecha y no apta al tráfico. El pequeño también iba en una mini moto con propulsión a motor, desmontando así la versión dada por el entorno más cercano.

El detenido, ya en prisión por homicidio imprudente, tenía pendientes cinco requisitorias de juzgados almerienses y está investigado también por los delitos contra la seguridad del tráfico, en relación con la muerte del menor; así como contra la salud pública. Y es que la investigación sobre el menor puso el foco sobre el entorno del arrestado, vinculado al tráfico de sustancias estupefacientes.

De hecho, y de forma paralela, la Guardia Civil desmanteló un punto activo de venta de drogas desde una vivienda relacionada con el detenido, y en la que se intervinieron 124 gramos de hachís y 38 gramos de marihuana, dispuestos en dosis preparadas para la venta. La operación se ha saldado, por el momento, con tres detenidos más: un joven de 21 años y un hombre de 41 años, a los que se acusa de delito contra la salud pública, y a un tercer hombre, de 46 años, acusado de un presunto delito de encubrimiento. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.