El juzgado de Barcelona que investiga la trama de la mafia ucraniana desarticulada este martes en la capital catalana ha decretado la prisión incondicional para siete detenidos por presunto blanqueo de capitales. Un octavo arrestado, de nacionalidad española, ha quedado en libertad provisional, con la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado y la prohibición de salir del país.

Tras varios registros en la ciudad y el área metropolitana, agentes de los Mossos d'Esquadra y del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) detuvieron a 11 personas, la mayoría ciudadanos ucranianos y armenios asentados en la capital, aunque también había un español. Tres de los invetigados fueron liberados en comisaría y el resto han pasado este jueves a disposición judicial.

Uno de los detenidos es Arman Mayilyan, de origen armenio, dueño de uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad, el Yubari,especializado en comida japonesa. Los agentes detuvieron también a Stepan Chernovetsky, hijo de un exalcalde de Kiev, la capital de Ucrania. Fuentes judiciales han confirmado a este diario que el juzgado ha decretado la prisión para estas dos personas.

SOCIEDADES INTERPUESTAS

La Fiscalía Anticorrupción sostiene que la organización constituyó un entramado empresarial, utilizando personas interpuestas, con el que se ha tratado de dar apariencia legal a fondos de origen ilícito procedentes de sociedades constituidas en el extranjero, principalmente en Chipre y las islas Vírgenes.

Para poder aflorar el dinero negro, la red constituía supuestamente sociedades o las adquiría para incorporar los capitales procedentes de empresas extranjeras y, posteriormente, mediante préstamos ficticios, invertía este capital en la compra de inmuebles en España, donde hasta ahora se ha acreditado que han invertido más de 10 millones de euros con este procedimiento.

Fuentes judiciales confirmaron que la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona continúa secreta. Se tramita por blanqueo de capitales y organización criminal. En las entradas y registros se confiscaron dinero en metálico y coches de lujo. La defensa de algunos de los acusados han explicado a este diario que el dinero que movían algunos de ellos no era producto del blanqueo de capitales, sino de la venta de un banco ucraniano que era de su propiedad.