El juez decretó ayer el ingreso en prisión del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Peñafiel, que el pasado 17 de junio mató a dos personas en la sede de la Comandancia de Albacete, hirió a otra y luego trató de suicidarse.

El magistrado adoptó esta medida después de tomarle declaración en el Hospital General Universitario de esa ciudad, donde permanecía internado desde el día del suceso, según explicó hoy el propio juez instructor, César Sempere, a la salida del hospital.

DISCULPAS

El instructor añadió que durante la declaración, el exjefe de la comandancia pidió disculpas a los familiares de las víctimas del suceso. Peñafiel disparó al segundo jefe del acuartelamiento, Isidoro Turrión, que falleció, y también el médico, Francisco Naharro, padre de la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha. Después, hirió al jefe de la Comandancia, Antonio Lázaro, que ya ha sido dado de alta.

El hermano del teniente coronel, José Peñafiel, lamentó lo sucedido y aseguró: "Mi hermano no está loco, lo que ocurrió fue un arrebato por el estrés que sufría en los últimos tiempos, que desembocó en una locura transitoria". José Peñafiel aseguró que su hermano no recuerda nada de los hechos y que ha sido su familia quien le ha ido contando lo que ocurrió.

El abogado de Antonio Peñafiel, Marcos García Montes, manifestó tras la declaración de su cliente: "Estamos ante el asunto de un hombre justo que intentó luchar por la verdad y la justicia y se encontró con un muro y persecución". Según él, su cliente "se vio sometido a un estrés personal que le hizo perder la cabeza".