Sólo los astrónomos más experimentados podrán observar los cambios que sucedan en la superficie del Tempel, pero la detección del cometa es relativamente sencilla si se sabe buscar en el cielo nocturno. Lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, unos buenos prismáticos pueden ser suficientes. El cometa está justo encima (tres grados al noreste) de Spica, la estrella más brillante de la constelación de Virgo, que a su vez está a la izquierda de Júpiter. Aunque no es un cometa especialmente brillante, estos días se halla en el momento de mayor cercanía a la Tierra.