El director y fundador de la oenegé Proactiva Open Arms, Òscar Camps, reprobó ayer la decisión del Gobierno español de devolver a Marruecos a los 116 inmigrantes que saltaron la valla de Ceuta el pasado miércoles, y criticó que «ni siquiera se identificó si había menores». Camps volvió a denunciar que «está muriendo gente a 600 millas de donde estamos nosotros».

Sobre si Pedro Sánchez ha cambiado su posición inicial sobre la política migratoria, Camps resaltó que todos los países de la frontera sur tienen acuerdos bilaterales «que utilizan como si estuviesen por encima de los convenios internacionales y de los Derechos Humanos».

«Lo más grave de hacer las devoluciones en caliente es que si son capaces de hacer esto con el foco mediático, imagina lo que hacen en medio del mar, que todavía es peor», remarcó.

Añadió que la autorización para desembarcar a los inmigrantes del barco Aquarius en Valencia por parte de Pedro Sánchez «fue una operación mediática».

El director de Open Arms avanzó que aún está intentando tener interlocutores con el actual Gobierno, y reconoció que le «está costando un poco», pero que «están en ello».