Evitar que los infectados por el virus del sida deban tomar a diario, y durante el resto de su vida, los fármacos que mantienen bajo control al VIH es el objetivo de la investigación en busca de una vacuna que varios hospitales catalanes iniciaron hace más de cinco años. Uno de los prototipos ensayados, elaborado con sangre y virus de los propios infectados, ha frenado de forma sorprendente, pero insuficiente, la cantidad de VIH que circula por la sangre de esos individuos. El logro, publicado esta semana en la revista científica Journal of Infectious Diseases , fue presentado ayer por el equipo del Hospital Clínic de Barcelona que ha dirigido el ensayo.

Los receptores de la vacuna terapéutica fueron 24 pacientes que acababan de conocer su infección por el VIH y aún no habían iniciado ningún tratamiento. El proceso de elaboración, individualizado, fue lento y laborioso. Se inició obteniendo una muestra de sangre del portador del VIH, de la que se separaron los leucocitos, las células inmunológicas que son anuladas por el virus del sida. Esos leucocitos fueron tratados hasta convertirse en unas células defensivas más específicas, llamadas dendríticas. De esa misma sangre, se extrajeron virus del sida, que fueron inactivados sometiéndolos a altas temperaturas. Una vez atenuados, los VIH fueron enfrentados, en probeta, a las células dendríticas elaboradas, y la mezcla se inoculó al propietario de la sangre.

"Hemos conseguido una reducción de más del 75% de la cantidad de VIH en la sangre de esos individuos --explicó ayer Josep Maria Gatell, responsable de la atención del sida en el Clínic--. Es el mejor resultado conseguido hasta ahora en el mundo en una investigación sobre vacunas terapéuticas, pero es insuficiente, porque no se ha eliminado por completo al virus".

Los 24 pacientes han estado más de un año sin tomar fármacos y con una carga viral ínfima enla sangre. El único tratamiento de que han sido objeto fueron las tres inyecciones iniciales que recibieron con la mezcla vírica descrita. "Cuando las células dendríticas se enfrentan a VIH no atenuados, el virus las destruye --dijo Gatell--. En cambio, si las mezclamos con VIH inactivado logran atacarlo y acabar con él de forma significativa".

A este estudio, en el que han participado el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, la Universidad Pierre et Marie Curie de París y el National Institute of Cancer de Maryland (EEUU), se sumará una segunda investigación ya iniciada por el mismo equipo. La minuciosa elaboración de esta vacuna terapéutica y sus parciales logros no permiten prever una inmediata extensión a más afectados.