En las plazas de toros en las que ayer hubo programación taurina se repitió una misma acción. La apertura de los respectivos festejos tuvo lugar con la lectura de un manifiesto a favor de la fiesta de los toros, redactado de forma conjunta por todos los profesionales del toreo. El momento de su lectura fue una vez finalizado el paseíllo y antes de romper filas las cuadrillas.

Con este manifiesto, los profesionales del toreo han querido, primero, "solidarizarse con los aficionados catalanes", y segundo, "pidiendo la libertad para todos a los que les gusten los toros a ir a las corridas". También han querido hacer un llamamiento al "respeto no sólo al aficionado sino también al profesional, al que trabaja y vive de los toros" pues son muchos "los que se ganan el pan con esta profesión, y se está coartando un derecho como es el de ejercer un trabajo".

En Cataluña además este acto tuvo especial relevancia en la primera jornada taurina tras la decisión del Parlament de prohibir las corridas en Cataluña. Taurinos y antitaurinos manifestaron ayer sus diferencias y se intercambiaron insultos e improperios frente a La Monumental de Barcelona. "Es una provocación que vengan a manifestarse cuando ya han conseguido lo que querían", dijo el portavoz de la Plataforma en Defensa de la Fiesta. "Hemos perdido esta batalla, pero la guerra continúa", dijo.

Ambiente tenso en el exterior de la Monumental y triste en su interior con un gesto conmovedor: el indulto de un toro, el perdón de una vida, máxima expresión triunfal en un ruedo, y más en uno en el que los toros tienen sus días contados. Un ejemplo de sensibilidad taurina. Los diestros Juan José Padilla, Curro Díaz y Miguel Tendero fueron los encargados de lidiar los toros de Valdefresno y Fraile Mazas, en una jornada taurina marcada por la sensación de fin de fiesta y en la que muchos aficionados se vistieron de negro.