Madrid Miles de personas se manifestaron ayer en Madrid en la primera jornada de protestas contra las instrucciones de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, para que los profesores impartan 20 horas lectivas semanales en vez de 18. Los sindicatos estiman que ello supondrá la pérdida de 3.000 empleos y un deterioro de la calidad de la enseñanza pública.