Varios miles de personas se manifestaron ayer en San Sebastián para protestar por la desaparición, hace dos meses en Francia, del militante de ETA Jon Anza, al que sus amigos y familiares calificaron de víctima "de la guerra sucia del siglo XXI".

Según el comunicado que ETA remitió al diario Gara, Anza, que entre 1982 y el 2002 cumplió condena por su pertenencia a la banda, tenía el pasado 18 de abril una cita con la dirección de ETA a la que nunca llegó. Su familia denunció en mayo su desaparición ante la fiscalía.