Quiero recordar en estos días navideños a tía Prudencia. Hace ya seis meses que nos dejó, fue por San Juan, y en estos días familiares de Navidad se me viene a la memoria su presencia. Debo decir en primer lugar que algunos de mis mejores recuerdos infantiles están ligados a su persona. En aquellos tiempos en los que los Reyes venían cargados de calzoncillos y calcetines nuevos, los suyos siempre venían con algún juguete y eso para un niño de pueblo era algo muy gratificante. En verano, siempre añoraré sus polos de colacao y de leche con limón y tantas cosas más... Pero no sólo ha sido lo material, también ha sido el afecto que siempre nos hemos profesado mutuamente lo que hace que la tenga siempre presente en mis recuerdos. Se suele decir que no se muere si alguien te recuerda con cariño, por eso quiero creer que ella está más viva que nunca en algún lugar feliz.

J.M.F.S