El Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de EEUU (Niaid, en inglés), ha completado una primera prueba exitosa de un fármaco experimental como posible tratamiento contra el coronavirus que causa el covid-19, anunció ayer la empresa de biotecnología Gilead Sciences.

Sin embargo, un ensayo aleatorizado con el antiviral remdesivir para el covid-19 sugiere que «no está asociado con beneficios clínicos significativos», pero el estudio se detuvo antes de lo previsto, por lo que «la verdadera eficacia» del fármaco «sigue sin estar clara» y se aconseja hacer más investigaciones.

El tratamiento con remdesivir no aceleró la recuperación de pacientes ni redujo los fallecimientos si se compara con la administración de un placebo, según un ensayo aleatorizado controlado que se desarrolló en hospitales de Wuhan (China), publicado ayer por The Lancet.

«Tenemos entendido que la prueba ha completado su primera meta», indicó en un comunicado la firma sobre el fármaco remdesivir, y añadió que el Niaid dará más detalles sobre los resultados de los ensayos. Hasta hoy en Estados Unidos se han confirmado algo más de un millón de casos de covid-19, una enfermedad que ha causado la muerte de al menos 58.300 personas en este país y más de 200.000 en todo el mundo. El compuesto antiviral de Gilead, que se está probando con varios pacientes afectados por covid-19, no ha sido aprobado para el tratamiento de enfermedad alguna, pero ya se usó también de manera experimental con pacientes afectados por ébola. La empresa, con sede en Foster City (California), puntualiza que el fármaco, remdesivir, no tiene licencia ni se ha aprobado en alguna parte del mundo «y todavía no ha demostrado que sea seguro o efectivo para el tratamiento de covid-19».

«Gilead compartirá en breve los datos adicionales sobre remdesivir a partir de las pruebas de la compañía con covid-19 grave», añade el comunicado. «Este estudio proporcionará información acerca de si un tratamiento más breve, de cinco días de duración, puede tener una eficacia y seguridad similares al tratamiento de diez días en la prueba de Niaid y otras en curso».

La primera persona participante en la prueba fue un estadounidense repatriado y puesto en cuarentena a bordo del crucero Diamond Princess, que había hecho escala en Yokohama (Japón), y quien se ofreció como voluntario para el estudio, añadió el NIH.

La industria farmacéutica española, por otra parte, confía en disponer de una vacuna contra el coronavirus a principios del año que viene. El presidente de la patronal Farmaindustria, Martín Sellés, reconoció que se están desarrollando estudios clínicos en todo el mundo y serán posibles «avances destacables» a final de año con una posible vacuna a principios de año.

GRAN ESCALA Y CORTO PLAZO / Sellés reconoció que tiene constancia de que algunas plantas farmacéuticas están produciendo ya esas vacunas «a riesgo», ante la previsión de que será necesario disponer de dosis a gran escala a corto plazo, lo que supondrá distribuir miles de millones de vacunas. En el caso de que los estudios clínicos no tengan éxito, esa producción ya en marcha tendría que ser desechada. En estos momentos están en funcionamiento cerca de un centenar de proyectos de desarrollo de vacunas en el mundo.

En el caso de España, se están realizando en la actualidad un total de 53 ensayos clínicos y 55 estudios observacionales, en los que participan unos 260 hospitales, lo que sitúa al sistema sanitario español entre los más punteros a nivel internacional.

Según la patronal Farmaindustria existe un compromiso claro por parte del sector para que la futura vacuna se pueda distribuir de manera masiva con el «compromiso claro y rotundo» de que tenga un coste «asequible». «No hay un ánimo de lucro en el desarrollo de la futura vacuna», aseguró Sellés. «Hay que ser extraordinariamente prudentes pero podemos decir que varias compañías tendrán avances ya estas Navidades, que serán significativos en el primer trimestre», dijo Sellés. Sellés destacó que la lucha del sectortiene dos frentes: el de la vacuna y el del tratamiento, que se centra en la disminución de la carga viral.