Nacionalistas y socialistas abandonaron ayer temporalmente la comisión de investigación sobre el caso Prestige en el Parlamento gallego, un organismo que consideran "mutilado" por la injerencia del Gobierno central, que impide declarar a sus cargos o funcionarios. El plan de trabajo preveía la declaración de numerosos técnicos de la Administración central, que ahora no podrán intervenir.

El próximo jueves se reunirá una comisión para evaluar las posibles precisiones a realizar en las comparecencias previstas y concretar las personas que intervendrán. Será entonces cuando PSdeG y BNG decidan si se reincorporan o no a la comisión.