Un psiquiatra analizará la mente de Ana Julia Quezada, la mujer que mató al niño Gabriel Cruz el pasado 27 de febrero en la finca de Rodalquilar (Almería). Fuentes del caso indicaron que la intención de la defensa de Quezada es que un experto realice próximamente un informe psiquiátrico sobre la mujer. Las mismas fuentes indicaron que Quezada se presentó ante el magistrado «destrozada» por lo ocurrido y confiaron en que un examen de su mente arroje algo más de luz sobre el terrible suceso.

Ese examen deberá repasar otros episodios oscuros del pasado de la mujer, que llegó a España con 19 años y cuya hija mayor falleció tras caer desde la ventana de un séptimo piso en Burgos, en marzo de 1996. La niña, Ridelca Josefina, tenía apenas cuatro años y hacía tres meses que había llegado para vivir con su madre y el hombre que la había retirado de un club de alterne. Aquel suceso fue archivado como una muerte accidental por la policía y el juez.

Quezada, que era la pareja del padre del niño desde hace un año y medio, mantuvo el martes ante el juez Rafael Soriano, encargado del caso, la misma versión sobre la muerte de Gabriel que dio a los investigadores. «No cayó en contradicciones y en esencia explicó lo mismo que a la Guardia Civil», comentaron fuentes del caso.La mujer declaró que la tarde del crimen, el 27 de febre0ro, y hacia las tres y media salió de la casa de la abuela del niño en Las Hortichuelas. Que se encontró a Gabriel jugando «con un palito» y le ofreció ir con ella en coche hasta la finca familiar de Rodalquilar, que la mujer estaba pintando.

Tras llegar a la finca, y siempre según su versión, tuvo lugar una discusión y el niño, de 8 años, cogió un hacha con el que llegó a atacarla. Quezada aseguró al juez que, tras un forcejeo, logró arrebatarle el hacha y acabó golpeando al crío en la cabeza con la parte roma del objeto.Gabriel cayó entonces inconsciente y ella, asustada, decidió matarlo. Lo hizo, confesó, tapando su nariz y su boca con las manos. Posteriormente, aseguró que desnudó al crío y lo enterró, según dijo, para no hacer daño a Ángel , el padre del crío. Se llevó la ropa, que luego tiró en un contenedor de vidrio de la barriada almeriense de Retamar. No obstante, la mujer añadió que se guardó la camiseta interior blanca que llevaba puesta Gabriel cuando lo mató.

Fue la misma camiseta que luego ella dejó entre unos juncos y «encontró» el 3 de marzo, cuatro días después de matar al niño, mientras paseaba por la zona de la depuradora del barranco de Las Águilas, a casi nueve kilómetros de donde había dejado el cuerpo de Gabriel. En sus declaraciones ante la Guardia Civil y el juez, Ana Julia admitió que dejó allí la camiseta «para despistar», pero los investigadores creen que tenía otro motivo.

La Guardia Civil no cree la versión de la mujer y sostiene que Quezada premeditó el crimen, salió detrás de Gabriel cuando este iba a ir a casa de unos primos, le convenció para subir al coche y luego lo trasladó a la finca de Rodalquilar. Una vez allí, la Guardia Civil sostiene que la mujer golpeó y luego mató a Gabriel con toda conciencia y voluntad. Luego, lo enterró. A media tarde recibió la llamada de la abuela del niño diciéndole que no había llegado a jugar a casa de sus primos. Ana Julia comenzó entonces su representación de mujer afligida que terminó el domingo pasado, cuando fue detenida a la entrada de un garaje de Vícar con el cuerpo sin vida de Gabriel dentro del maletero.

SE RATIFICA / Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, ha ratificado «muy afectada» ante el juez Rafael Soriano el relato de los hechos que expuso el martes a la Guardia Civil, por el que reconocido que golpeó al niño con la parte roma de un hacha y que luego lo asfixió.

Así lo ha trasladado en declaraciones a Efe su abogado Esteban Hernández Thiel, quien ha insistido en que su cliente mantiene una «actitud muy colaboradora» y que en «esencia ha dicho lo mismo que ante la Guardia Civil» durante la declaración de hora y media efectuada ayer en el Juzgado de Instrucción número 5 de Almería.

El letrado señaló que las nuevas diligencias interesadas por el juez, por las que ha sido prorrogada 24 horas más la detención de la mujer en los calabozos de la Comandancia de Almería, se efectuarán hoy por la mañana y que sobre las doce Ana Julia volverá a declarar en el tribunal.

Sostiene que debido al secreto que pesa sobre las actuaciones no ha tenido acceso al sumario y a cualquier aspecto relativo al hallazgo del hacha con el que presuntamente agredió al niño su cliente, si bien incide en que Ana Julia mantiene que la agresión se produjo durante una discusión con el pequeño. «Por lo que intuyo, la mujer dice la verdad. No había nadie más», añadió.

Tras prestar declaración judicial, Ana Julia Quezada fue conducida en un furgón policial a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería. En las inmediaciones de los juzgados se concentraron medio centenar de personas que la increparon e intentado acercarse al furgón que la trasladaba, lo que fue evitado por agentes de la Policía Nacional.

Soriano dirige la instrucción de la causa judicial iniciada tras la desaparición de Gabriel el pasado 27 de febrero en Las Hortichuelas de Níjar.