Una pancarta con la frase “el dolor de las víctimas no prescribe, la culpa del abusador tampoco” ha acompañado la llegada a los juzgados de Sevilla del psiquiatra Javier Criado, que ante el juez ha negado los abusos sexuales de los que le acusan una veintena de mujeres. El tiempo transcurrido ha impedido que las denuncias prosperen, y solo sigue adelante una por un delito contra la integridad moral de una paciente. Una condena leve a la que se aferran todas las afectadas para dejar de sentirse culpables de lo sucedido y demostrar a todos que tenían razón.

Según ha explicado la letrada de la Asociación Veritas, que agrupa a todas las víctimas, la mujer ha ratificado la denuncia por trato denigrante en las consultas a las que acudió. Sin embargo Criado, muy bien relacionado en Sevilla y que tenía entre sus pacientes a prestigiosas familias de la ciudad, esposas o parientes de políticos y empresarios, ha negado todos los hechos y los ha atribuido incluso “al ánimo de venganza de todas las mujeres contra él”, según indicó la letrada, sugiriendo incluso “una conspiración” en su contra.

Informes denegados

En este sentido, el psiquiatra se refirió a que las supuestas víctimas le pidieron determinados informes que él no quiso darles, e incluso ha asegurado que la denunciante no tenía dolencia alguna “y hacía teatro”, aunque no ha sabido responder a cómo pudieron ponerse de acuerdo tantas mujeres y dar tantos detalles. Criado, que solo ha respondido a las preguntas del juez y su letrado, no ha querido hacer ninguna declaración hasta que el caso esté resuelto.

Los supuestos abusos de Criado salieron a la luz a raíz de la carta pública que la exmujer del Duque de Alba, Matilde Solís, difundió en las redes sociales responsabilizando al psiquiatra de abusos e incluso de su intento de suicidio. Muchas otras mujeres reconocieron lo que también habían sufrido sin que nadie las tomara en cuenta o que callaron por vergüenza. La denuncia conjunta por delitos de abusos sexuales, delito continuado de intrusismo, omisión del deber de socorro, delito contra la integridad moral e inducción al suicidio fue archivada por prescripción, dado que algunos de los hechos se remontan a tres décadas atrás.